Rodrigo Lizama
Mientras estaba en el colegio, Rodrigo siempre mostró interés por el dibujo y la pintura. En Coyhaique conoció al artesano Oscar Salas que trabajaba haciendo esculturas de greda con figuras mapuche y con él aprendió a aplicar sus dibujos en ese material y a dar forma tridimensional a sus creaciones. Pero fue en Valdivia, ciudad donde estudió veterinaria, donde tomó un curso de mueblería y aprendió a trabajar la madera. A los 22 años arrendó una casa antigua en esa ciudad y encontró un trozo de raulí que talló primero con un cuchillo y luego con dremel; la obra, un pez, su primer trabajo. Su artesanía en madera ha estado motivada por la aproximación a la naturaleza de los peces, a sus formas, texturas y colores y en relación a esto actualmente desarrolla su primer proyecto Fondart denominado “Nativa Escamadera”, donde reproduce en maderas nacionales peces nativos de la región de Aysén. Su trabajo se despliega como material científico y educativo en tanto busca que las piezas sean lo más parecido posible a la realidad, pero además destacan como piezas decorativas de especial factura. También destina su tiempo a realizar muebles y letreros en madera.